jueves, 25 de octubre de 2007

Ultimo día

Anoche, cuando llegamos al hotel tras la cena, nos encontramos con una estrella de la alfombra roja. Alfombra roja que recorría el pasillo de las habitaciones del hotel y en donde nos encontramos de frente con una serpiente negra de 1 metro y pico de longitud que zigzagueaba alegremente hacia nosotros. Reculamos rápidamente y llamamos al recepcionista, hombre para todo, quien armado con un palo de cepillo para barrer y manteniendo una prudente distancia, pudo acabar con la ilustre visitante. Antes de dormir revisamos con linterna todos los posibles recovecos de la habitación y gracias a que estábamos muy cansados, pudimos dormir algo.




VISITA A LOS POCEROS


Hoy volvemos a la capital Bamako, pero de paso vamos a ver cómo los poceros realizan su trabajo.


El primer equipo que nos encontramos realiza el estudio para decidir dónde perforar. En cada zona escogen dos lugares óptimos, por si falla la primera perforación, tener una segunda opción seleccionada. Utilizan unos tendidos de cable eléctrico en el suelo y a través de unas piquetas realizan unas descargas de 600 V. Normalmente reciben un eco, en caso de no recibirlo, hay agua. Por éste método que sucintamente he descrito, logran saber el lugar donde perforar, así como la profundidad aproximada.


Se aprovecha también un estudio de los acuíferos, bastante exhaustivo, que el gobierno de Malí ha realizado. Nos cuentan que su nivel de aciertos a la primera es del 89%, comparado a un 66% de aciertos en general del resto de los equipos que operan en el país. El agua se encuentra generalmente entre los 40 y los 150m. de profundidad. Las máquinas son propiedad de World Vision y fueron donadas por la Fundación Hilton.


El precio de cada máquina es de 350.000 US $. Cada pozo simple cuesta unos 60.000€. Llevan realizados unos 200 pozos que representan el 22% del total nacional. Desde que se consigue extraer agua hasta que se permite su consumo, han de transcurrir dos meses para comprobar que la calidad del agua es apta para el consumo a corto y a largo plazo. El análisis de la calidad del agua para su validez a largo plazo se hace en una Universidad Canadiense, de ahí la demora.


Más tarde fuimos al lugar donde las perforadoras hacían su trabajo y vimos cómo los equipos trabajaban, mientras los aldeanos observaban curiosos, a la espera de la tan ansiada agua que mejorará radicalmente su calidad y esperanzas de vida.





Subida a una perforadora



Día 3


MICROCRÉDITOS


Viajamos por unas pistas en muy buen estado, a pesar de estar recién acabada la temporada de lluvias. La primera parte la están preparando para ser asfaltada, pues se trata de una vía que une Malí con su nación vecina Burkina Faso. Los técnicos que dirigen las obras así como las compañías que las realizan son de China. Salen a mejor precio y en Malí apenas hay gente preparada.


Muy cerca de la frontera nos encontramos con el ¿banco?. Tras las presentaciones nos sentamos en una habitación donde nos explican su forma de actuar.




El "arma defensiva" del banco



La base de la seguridad para la devolución del préstamo es que se hace a un grupo de 30 personas. El interés es bajo, de un 2 % semestral, cada uno puede pedirlo para el proyecto que desee, siempre que los prestamistas lo consideren realizable, pero son las 30 personas las que se ocuparán de cubrir el impagado en caso de existir. La tasa de impagados actual con éste método es de un 1%. Los plazos suelen ser de 6 meses aunque pueden variar dependiendo del tipo de proyecto. La primera vez se conceden créditos por valor de 20$ por persona y según se van devolviendo se va ampliando el margen crediticio. Suelen ser las mujeres las que los solicitan, pero se involucra al marido para que sepa a qué se comprometen y no lo gaste en otras actividades.

La mayoría de los créditos se piden para comprar grano en el momento de la cosecha y almacenarlo, esperando el aumento de precios en los períodos de carestía (final de la larga temporada de sequía antes de la llegada de las lluvias). Esto, por supuesto, hace que los más previsores ganen dinero a costa de los menos, pero también se regula el mercado por sí mismo evitando hambrunas.



CERDOS


Los canadienses han fomentado un nuevo tipo de negocio con la base de los microcréditos. Se trata de la cría de cerdos. Estuvimos visitando una de las explotaciones. Se trata de explotaciones unifamiliares. En la visita que realizamos, la familia la componen una viuda y sus dos hijas adolescentes. Cada familia tiene una cerda para criar y cada tres familias comparten un semental que va rotando por las explotaciones.

Una de las mujeres que ha recibido microcréditos para la cría de cerdos


Se insiste en el programa de vacunación, fundamental en un lugar tan cálido, en la alimentación y en la higiene. No sé si es porque nos esperaban, pero estaba todo muy limpio y apenas olía para lo que suele ser una explotación de este tipo.


El margen de beneficio es muy alto y la mujer es perfectamente consciente de lo que se juega y lo que puede obtener. Actualmente están tratando de organizar también como cooperativa el sistema de transporte que absorbe gran parte del beneficio potencial. Por el momento hay funcionando 45 explotaciones, esperan contar el año que viene con 50 más.


PROGRAMA NURICIONAL




La media de desnutición infantil en Malí es del 45%. En muchas ocasiones los niños están desnutridos, no por falta de alimento, sino por falta de conocimiento.


Con el profesor en nutrición


El programa, dirigido por un joven con formación en nutrición y que visita las distintas aldeas en su moto, consiste en formar mujeres durante quince días seguidos, en cocinar distintos menús de papillas, equilibrados nutricionalmente y obtenidos con la base de los alimentos a los que tienen fácil acceso en su entorno. Sólo el azúcar ha de ser comprado fuera, y la mayoría de las proteínas y vitaminas las aportan los frutos del baobab y del carisquío.. Repiten los menús varias veces para que las mujeres los memoricen, pues no saben leer ni escribir.


Frutos del baobab


Se comienza el programa con un estudio y un registro de la población infantil , para detectar qué grado de desnutrición sufre cada niño para posteriormente seguir su evolución. El problema principal consiste en que tras el destete, los niños pasan a comer lo mismo que los adultos, a veces de difícil digestión para tan tempranas edades y en otros casos, con graves carencias de proteínas y vitaminas.



Gemelas con la papilla


Curiosamente, tras los programas, suelen ser las familias "ricas" las que tienen problemas alimentarios con sus retoños, pues al tener más acceso al alimento que el resto, desprecian los programas y no resuelven los desequilibrios nutricionales.



Atendiendo a la lección


Día 2: ¡¡Fiestas!!


Cuantísima gente hemos visto y saludado, estamos agotados.

Hemos visitado el área de actuación de España en Mali, está bastante alejada de los núcleos urbanos y se llega por pistas, más bien senderos, que hace no muchos días, en la época de lluvias, debían estar intransitables para todo tipo de vehículos.

Conocimos a nuestra ahijada y a su familia. Aunque se mostraba razonablemente tímida, nos pareció despierta y muy guapa. La reconocí enseguida, pues iba vestida con la misma ropa que en la foto que nos habían enviado junto a una carta. Estábamos las dos nerviosas, mi primera reacción fue darle un beso y un abrazo, aunque rápidamente me corté, pues recordé que nos habían recomendado mantener el mínimo contacto físico posible, puesto que en su cultura no están acostumbrados a los besos y a los abrazos.




Entregando un regalo a la niña que apadrino




Adiaratou, la niña que apadrino con su hermana.



Después de haber visto, en el viaje hasta allí, a los niños de cuatro años cuidando de los rebaños de cabras, me parecía un poco ridículo llegar con mis regalos europeos, pero la verdad es que los recibieron con asombro y creo que con ilusión. Yo sabía, puesto que me lo había contado por carta, que su juego preferido eran las cocinitas, lo que es prácticamente universal.



Aprendimos también las interminables normas de protocolo, los saludos con ambas manos, las presentaciones… a los padres de la niña, a los hermanos, a los abuelos, a los primos, al superprefecto (representante del gobierno en la región), al alcalde del municipio, al jefe de la aldea… nos fueron detallando los nombres y los cargos de cada uno, después presentándonos a cada uno de nosotros y explicando nuestra presencia allí… y así en cada una de las visitas que fueron cuatro.



Tras cada una de las visitas recibíamos presentes, que no podíamos bajo ningún concepto rechazar pues sería considerado como una ofensa y que consistían en agua al llegar, había que hacer el gesto de probarla, comida tras la visita, debíamos probarla, por supuesto con las manos. También había regalos propiamente dichos, casi siempre gallinas o cabras, pero también una caja de refrescos de naranja. Todos ellos pasaban de mano en mano, primero de los lugareños a las autoridades y después de éstas a nosotros.







Con el Jefe de los Cazadores




El primer recibimiento, el mejor; hacía menos calor por ser por la mañana. Nos sorprendió ver tantísima gente, todos vestidos con sus mejores galas; primero los cazadores disparaban sus escopetas anunciando nuestra llegada, tras ellos las mujeres bailaban sus danzas tradicionales, los músicos tocaban sus primitivos xilófonos hechos de maderas resonando sobre calabazas de distintos tamaños y una gran muchedumbre alineada que dejaba un amplio pasillo por donde desfilamos saludando.







Tocando el Xilófono con uno de los músicos



Caminando entre niños.

Los niños nos miraban con verdadera sorpresa, pues muchos no habían visto blancos en su vida y nos miraban con cierto recelo, aunque la mayoría sonreía y expresaba alegría, al fin y al cabo éramos como el Míster Marshall de la película y no habíamos pasado de largo sino que nos habíamos detenido a compartir nuestro tiempo con ellos.

Al final nos sentamos bajo un chamizo, conectaron unos rudimentarios altavoces y empezaron las presentaciones y discursos con sus traducciones respectivas, pues allí casi nadie sabía francés. En Mali se hablan 26 lenguas distintas ininteligibles entre sí. En España todavía no llegamos a tanto. Visitamos las escuelas, a estrenar, construidas con el dinero de nuestros padrinos españoles y nos parecieron muy bien construidas y dotadas para las posibilidades que allí se barajan. Uno de los empeños tanto del gobierno como de las ONG’s es conseguir que los padres registren los nacimientos de sus hijos, indispensable para poder asistir a la escuela, aunque muchos padres prefieren que los niños se queden en casa ayudando con las tareas de la casa y del campo.





Interior de una de las escuelas recién inauguradas por World Vision España



Tras otro complicado trayecto en el todoterreno, llegamos al lugar de nuestra segunda visita. El ambiente era diferente, sospechamos que algunos habían tomado alguna cerveza de sorgo o mijo de más. El pasillo humano era más estrecho, lo que los cultivos permitían y el calor y la humedad era mayor. Los bailes ya no fueron tradicionales sino una especie de break dance sobre el polvo del suelo. Por lo demás la secuencia parecida con más escuelas.

Extraños danzantes


De allí nos trasladamos a otro poblado, a éste World Vision España le había construido un pozo. Es curioso observar cómo se aprovecha cada gota utilizando distintos espacios, de manera que lo que se derrama en uno la aprovecha otro. Consumo humano, animales o lavado de ropa.



Inaugurando un pozo financiado por World Vision España

Vimos en una de las aldeas de paso algunos cerdos, aunque la mayoría es musulmana no radical y no comen cerdo, en muchos poblados conviven con animistas (creencia primitiva), cristianos y no creyentes que sí lo hacen.



Día 1: Viaje a San



Desayunamos con el Director de World Vision Malí, quien nos da la bienvenida y nos cuenta una generalidad del proyecto en el país.

Tapiz típico con los primeros proyectos de World Vision en Mali


Antes de salir del hotel firmamos todos los recién llegados un documento comprometiéndonos a respetar una serie de normas para evitar la más mínima posibilidad de de relaciones íntimas de algún tipo con los locales, sobre todo con los niños.

Salimos de la ciudad por su sorprendente avenida principal. Las únicas construcciones nuevas y de calidad son el complejo de los Nuevos Ministerios que Gadafi les ha construido pero no terminado, a falta, supongo, de alguna concesión gubernamental. El resto de las construcciones son bastante miserables.
Vemos por primera vez en nuestra vida los hormigueros ( termiteros ) enormes, diseminados por varias zonas.

El paisaje es bonito pero monótono, todo está verde, acaba de finalizar la época de lluvias (julio, agosto y septiembre). En este momento, y me dicen que durará poco por la sequía anual, todo el terreno aprovechable está sembrado de mijo, de maíz, o de sorgo( zahína), el más abundante. También podemos descubrir aunque a mucha menor escala, campos de arroz en las zonas pantanosas junto a los ríos, o de algodón.


Los árboles distribuidos como en las dehesas, ahora frondosos aunque por poco tiempo, en su mayoría baobabs o los intocables carisquíos, ambos fundamentales en la actual dieta de los niños de Malí, como aprendimos más tarde. En uno de los centros de World Vision , coronado por un depósito de agua y alimentado por energía solar, pudimos ver una buena plantación de papayas, regadas por goteo. Nos cuenta nuestro guía que las mayores amenazas que pueden sufrir sus cosechas, aparte de que el agua caída no haya sido o durado lo suficiente, son las plagas de langostas o de abejas.


Con Charles (nuestro excelente chófer y guía ) junto a un baobab.



Las pequeñas aldeas junto a la carretera, con su miseria y sus mercadillos en las cunetas. A la entrada y a la salida un barril que un tipo rueda sobre su base para permitirnos el paso. Más al fondo hay, algunas veces, un hombre uniformado creo que sin armas. Prácticamente no se ven coches particulares, sí muchas motos Yamahas de 50cc. impecables. Hay tres tipos diferentes de chapas de coca-cola, si consigues las tres, ganas una de esas motos. Vimos a dos que usaban casco.

Las gasolineras, un depósito conectado por una goma a unas botellas de cristal alineadas en un pequeño tenderete con sombrajo.


Gasolinera con su tienda adyacente.



Las peluquerías un chamizo con el anuncio, un asiento y un balde de agua.
Las cabinas de teléfonos.

Por todos lados brota la flor de Mali, pequeños trozos raídos de plástico inservible, junto a las edificaciones.

Los caóticos mercados en la carretera.


Vaca camino del sacrificio.

Los niños con los burros, con o sin carrito, otros con las cabras que cruzan, cuando menos te lo esperas, la carretera. Todo se cruza continuamente por la carretera. En otras ocasiones las cabras viajan sobre un destartalado autobús.

Carrito tirado por burros


La civilización consiste en esa carretera y 300metros más allá y discurriendo en paralelo, el tendido de alta tensión. Sólo existe esa carretera que cruza el país de oeste a este con una sola desviación hacia el norte, hacia Tombuctú.
En algunas chozas se ve un televisor , ven fútbol. Muchas camisetas del Barcelona, bastantes menos del Madrid, claro, se ensucian más fácilmente, me consuelo.
Fuera del coche marca el termómetro 42º, a la sombra 38º, pero antes de amanecer y durante un rato refresca a 25º.

Otros indicadores reflejan datos excelentes: 1% de sida, mínima delincuencia, tampoco hay a quien robar puesto que unos más que otros, todos son pobres.



Cartel de campaña antisida de World Vision Mali


Las niñas, casi todas sin zapatos pero adornadas con pendientes y pulseras.
Llaman la atención los motivos marineros de muchas de las telas, en un país sin mar.

En el restaurante donde comemos una perca del Níger a la barbacoa, una enorme piel de Pitón nos recuerda que también hay animales salvajes. Durante un tramo de carretera, no había cultivos, el bosque se espesaba y nuestro excelente chófer y guía Charles nos explicó que era una franja de Parque Nacional que cruzaba el país y donde se podían encontrar todo tipo de animales salvajes africanos, principalmente en las épocas de migraciones. Nosotros sólo vimos a la vuelta a un conejo perseguido por un tipo raro de mono que no supimos identificar.

Con las mujeres que han comenzado un negocio gracias a los programas de World Vision

Llegados a San, visitamos una cooperativa de mujeres que fabricaban pasta de cacahuete. El molino que necesitaban se lo pidieron por carta a la esposa del presidente del país en cuanto aprendieron a escribir, y les fue concedido. Lo utilizan también para moler todo tipo de grano que los vecinos, normalmente los niños, les traen para su consumo propio.